[singlepic id=470 w=320 h=240 float=]Después de dar el “Sí” a una propuesta de matrimonio y cuando la emoción del momento baja su intensidad, viene la pregunta más importante de todas. ¿Cuándo será la boda? ¿En dos meses, seis meses o quizás en un año? La respuesta que la pareja de a esta pregunta es muy importante, ya que debe ser definida por muchos factores de los novios y externos a ellos. Recuerda que mientras más grande y formal vaya a ser su boda, se necesita más tiempo.
El primer factor a tomar en cuenta es cuando gente participará en la planificación de la boda. La mayoría de las madres de las novias y muchas veces de los novios quieren ser parte de la organización de este gran evento en la vida de sus hijos. Además los tiempos han cambiado, los hombres ya se involucran también en la el desarrollo de su matrimonio. Cuando tanta gente participa, es más complicado ponerse de acuerdo, además normalmente las madres quieren mucho tiempo para que todo salga a la perfección. Lo importante es que sean los novios quienes se sientan cómodos con la fecha escogida. Deben tomar en cuenta que el tiempo entre el “sí” y el día de la boda puede ser emocionante pero muchas veces estresante también, depende de ustedes disfrutar este periodo.
Después de fijar una fecha, ¡manos a la obra! Tienes muchos aliados que te pueden ayudar. Madre, suegra, abuelitas, hermanas, primas, tías y amigas estarán más que encantadas de ser parte de tu día especial. Si todavía crees que necesitas más ayuda, recurre a un profesional. Los/las planificadoras de bodas son una muy buena opción para encargarse de prácticamente todos los detalles de un matrimonio. Recuerda no dejar nunca de lado la opinión del novio, sus gustos y necesidades son tan importantes como las tuyas y este primer proyecto que están emprendiendo juntos puede darte una idea como será su vida de casados.
El siguiente paso es fijar un presupuesto. Esta tarea puede ser un poco agobiante pero es necesaria. Se debe fijar que porcentaje irá a cada detalle de la boda y quien pagará que. Guarden todos los recibos y anoten todos los detalles de los gastos en una agenda para tener una mejor organización, sin olvidar dejar un fondo extra para cualquier imprevisto o gastos extras como propinas o pruebas de degustación o IVA que no habían considerado.
Finalmente en cuando a la planificación, lo mejor es planear conjuntamente con un calendario cuando se hará cada cosa. Los aspectos que necesitan más anticipación son la reservación del lugar donde se casarán, la planificación de la luna de miel, la solicitud de vacaciones y la lista de invitados. Posteriormente deberán escoger su corte, la novia debe comprar el vestido y el novio su traje, deben saber cuantas personas asistirán a la boda para imprimir partes y definir la cantidad de personas para el banquete. Adicionalmente hay que decidir el régimen legal bajo el cuál se realizará el matrimonio y empezar a hacer los trámites correspondientes. Tres meses antes de la boda se debe realizar pruebas de vestuario, encargar los aros y definir donde será la luna de miel. Dos meses antes hay que enviar las invitaciones y fijar la fecha del ensayo. Un mes antes, es importante hacer nuevamente pruebas de vestuario, confirmar todos los servicios que han contratado, empezar a organizar las despedidas de solteros y realizar las pruebas del menú y vinos. Quince día antes se acostumbra a llamar a los invitados que aun no hayan confirmado y hacer el plano de la mesas.
La semana antes de la boda es para terminar con todos los detalles pendientes, ya que dos días antes de la boda los novios deben dedicarse a descansar y a nada más. No olviden que hay muchos detalles que no hemos mencionado aquí, que son muy importantes como el coche para los novios, chequeos médicos, la búsqueda del nuevo hogar, el ramo de la novia, etc. El consejo más importante es que los novios disfruten el tiempo de planificación de su boda, que este nunca volverá.